Innombrable (Part II)

Si, este secreto innombrable reaparece….
Desesperada, sabiendo que no puede esperar más, ella coge el baúl y sale de la casa. La ciudad sigue durmiendo. En la plaza, bajo la misma niebla gris que sigue rodeando las calles, se sienta inquieta como si esperara a alguien…sin tan solo pudiera esperar a alguien….
Como buena fumadora, ya tiene a la mano sus cajetillas…así que prende el cigarrillo para pensar, matar un poco de tiempo, y de paso matarse lentamente ella misma. Lo enciende con el máximo placer que un fumador tiene; es como una comparación burda de hacer el amor, de esfumarse llegando al clímax, o ver las cosas que sólo nuestra mente puede realizar. Acaricia el cigarro, y aspira la primera bocanada de humo niconitoso que llega directo a sus pulmones.
Comienza a observar a su alrededor, a la poca gente que como ella no pueden dormir, que pasan por su frente sin saber quien es, ni ella de ellos…algunos que miran, otros que pasan concentrados en sus pensamientos.
Mientras esta en sus segunda bocanada de humo, ella siente otra de recuerdos. Que locura! El recordar cuando por primera vez escuchó aquella noticia, cuando prometió jamás reveler el secreto. Entre lágrimas recuerda esos diez minutos en que se consumió el tiempo y algo de vida; que se han convertido en alucinaciones, sueños, en sus noches de insomnio.
Ya estaba en la mitad del cigarrillo, cuando de repente, al ver el humo saliendo en formas de su boca, sintió asco, repugnancia…sabe entonces que no puede aguantar mas, que lo innombrable de aquellos diez minutos se tiene que aceptar…y no se debe tardar, porque la ciudad no puede despertar. Apaga el cigarrillo que con el agua del piso termina de desvanecerse…y se va regreso a casa.