Innombrable

Otro intento de escrito de mi autoría.

Existe un momento en el que la noche no es, y el día tampoco. Casi imperceptible, el plano onírico y la adormecida realidad se entremezclan, se fusionan….

Antes de irse a dormir, ella recorre todas las habitaciones. Apaga las luces mientras tararea su música alegre por los solitarios pasillos.
En el cielo, se va desvaneciendo la aleación entre la luna y el sol, mientras la niebla impregna con tonos ocres la inmensidad urbana de su reinado.
El manto de la ciudad logra que los edificios se arrodillen, que los autos descansen, que la calles duerman. Cada pasillo que ella va recorriendo, se ve derrocado por el canto que no es de pájaros, ni de árboles tampoco. Finalmente en su dormitorio, cepilla cuidadosamente su cabello. Acomoda las almohadas…pero prepotente, como si quisiera estar en contra de ella, el sol reduce los minutos a escombros en la mente del insomnio.
Acostumbrada a la inquietud del desvelo, se detiene y comienza a disfrutar como todas las noches del íntimo encuentro. El dialogo a solas, la sonrisa cómplice… Habla e interroga a un tiempo. Pero esta vez se detiene su suave parloteo esperando respuestas y la consecuente caricia. Y solo escucha el tic-tac del reloj.
Contrariada, ella sabe que ya no puede esperar más. Se levanta furiosa. Desanda pasillos y enciende todas las luces. La mariposa technicolor sale de su ventana. Siente la soledad. No hay nadie a quien decirle… Llorando a gritos, arroja decidida dentro de un baúl su viejo e inerte secreto…..Innombrable, este desaparece.

Pocos conocen el momento en el que los sueños no son, y la realidad tampoco; no se atreven a nombrarlo por temor a no sentirlo nuevamente en sus narices. Innombrable, este reaparece.