Diciembre 3, 2006)
Que en paz descanse nuestro amigo Diego, quien gracias a su amistad, positivismo, infinidad de invitadas a rumbear, su coqueto acento paisa, su apoyo, sus bromas y los bacanos recuerdos que nos trajo de nuestra vieja común ciudad, dejó una huella muy profunda en todos los que tuvimos el privilegio de conocerle.
Nuestro amigo falleció quebrándose su hermosa juventud. Se hace falta gran fortaleza para mirar esta tragedia de frente y no caer en el desánimo y la melancolía. Por que tenía que ser su meta su punto de partida?
La verdad es que cuesta morir. Nuestra vida es una continua supervivencia; sin embargo, ante nuestros ojos, todo es muerte, separación y dolor….
Quizá sea el momento de entender que morir es solo morir. Morir se acaba y la vida es mucho más que esta vida, no hemos hecho más que empezar. La muerte esta cercana a todos, y en cualquier momento podemos ser los siguientes. Y entonces me encuentro ahora meditando sobre mi propia muerte…y encuentro que debemos vivir intensamente muchos momentos, enamorarnos del brillo de unos ojos que sean el reflejo de los nuestros, de una voz que nos susurre verdades en la oscuridad de la cabeza, del furtivo secreto de una idea que dejara sobre el satén de nuestros sesos solitarios.
Meditando nuestras muertes damos alas a la vida, atención a los momentos presentes, valor a los pequeños momentos, y amor a todos los seres.
Sólo me resta por decirle a mi parcero, a mi primo perdido de Medellín, que donde quiera que estés, comparto contigo un trago antioqueño, y esta ranchera que alguna vez cantamos juntos también:
Nuestro amigo falleció quebrándose su hermosa juventud. Se hace falta gran fortaleza para mirar esta tragedia de frente y no caer en el desánimo y la melancolía. Por que tenía que ser su meta su punto de partida?
La verdad es que cuesta morir. Nuestra vida es una continua supervivencia; sin embargo, ante nuestros ojos, todo es muerte, separación y dolor….
Quizá sea el momento de entender que morir es solo morir. Morir se acaba y la vida es mucho más que esta vida, no hemos hecho más que empezar. La muerte esta cercana a todos, y en cualquier momento podemos ser los siguientes. Y entonces me encuentro ahora meditando sobre mi propia muerte…y encuentro que debemos vivir intensamente muchos momentos, enamorarnos del brillo de unos ojos que sean el reflejo de los nuestros, de una voz que nos susurre verdades en la oscuridad de la cabeza, del furtivo secreto de una idea que dejara sobre el satén de nuestros sesos solitarios.
Meditando nuestras muertes damos alas a la vida, atención a los momentos presentes, valor a los pequeños momentos, y amor a todos los seres.
Sólo me resta por decirle a mi parcero, a mi primo perdido de Medellín, que donde quiera que estés, comparto contigo un trago antioqueño, y esta ranchera que alguna vez cantamos juntos también:
"El final, se acerca ya lo esperare serenamente
ya ves yo he sido asi te lo dire sinceramente
vivi la inmensidad, sin conocer jamas fronteras
jugue sin descansar y a mi manera
Jamas vivi un amor que para mi fuera importante
corte solo una flor y lo mejor de cada instante
viaje y disfrute, no se si mas que otro cualquiera
si bien todo esto fue a mi manera
Tal vez llore o talvez rei, talvez gane o talvez perdia
hora se que fui feliz, que si llore tambien ame
puedo seguir hasta el final.. a mi manera
Quiza tambien llore cuando yo mas me divertia
quiza yo desprecie aquello que no comprendia
hoy se que firme fui y que afronte ser como era
y asi logre vivir pero a mi manera
Porque sabras que un hombre al fin conoceras por su vivir
no hay porque hablar, ni que decir
ni recordar, ni que fingir
puedo seguir hasta el final
a mi manera".
(Vicente Fernandez. "A mi manera")