Tuesday, November 01, 2005

Verdades...

Hoy me encontré con mi profesor mas querido en la High School. Enrique Acosta. Un cubano que se hizo amar por todos los latinos gracias a su ironía y humor sarcástico. Todo lo que el quería era que pasáramos un buen rato. Y a pesar de esa actitud satírica que tanto le gustaba utilizar, la amabilidad le corría por todas partes. Sabía conocer y entender a cada estudiante, y procuraba que todos aprendiéramos alguillo en clase.
Tuve la oportunidad además de conocer su yo literario, y quede admirada con su talento. Hay personas que dejan huella en nuestras vidas, y sin saberlo, aprendí mucho de el como persona y profesor en los dos años que estuve en la High School, principalmente porque era el único pedacito de cultura y enseñanza hispana que quedaba para mi en ese nuevo lugar académico que empezaba a conocer cuando llegue a este país: la clase de español.

Hay un momento específico que recuerdo; y lo recuerdo porque pase mucho tiempo meditando sus palabras. Hablando de varios temas, me comentó en la conversación que el no tenía ningún amigo que fuese mujer, pues no creía que entre una mujer y un hombre pudiese haber una amistad. Recuerdo que no dije nada, pero en mi cabeza solo pensaba que era otro hombre mas representando la cultura de nuestros países. “Tenia que ser cubano”-pensé. Pero lo que antes parecía ser uno de los comentarios mas machistas que hubiera escuchado (como vuela la mente humana, no?) empezó a cobrar un sentido lógico. Y recordé que no era la primera vez que escuchaba algo semejante…hace unos años, un amante de la filosofía griega (de ahí la razón, me imagino) me dijo algo semejante. Y es que como mujeres, no nos comportamos de igual manera con muestras amistades femeninas y masculinas. De igual manera, el tipo de amistad y camaradería que un hombre tiene con sus parceros, no es la misma que tiene son su sexo opuesto. Y cuando esto pasa, cuando acercamos los espacios de manera tan igualadora, el delicado hilo que separa una amistad de algo más íntimo, se rompe. Y esa es la razón por la cual estas personas (por lo menos, mi profesor) han llegado a tal conclusión, que si se analiza bien, desde un punto de vista psicológico, quizás sociológico también, tiene mucho sentido.

En fin…esto es solamente una de muchas opiniones, pues al fin de cuentas, en nuestra vida social, esto tiende a perder importancia, sentido, y practica.

1 comment:

Anonymous said...

Uy Diana,me encanta como escribes y ademas este escrito me llamo mucho la atencion porque se de que hablas. Sigue asi, Natalia