Con leche por favor....

De camino a una de las mejores y más cercanas librerias de Coral Springs, el ruido de la calle martilleaba en mi cabeza, obras eternas en cada esquina de la calle principal, conductores pensando que con el pito se moveran más deprisa que con el motor....el humo acumulado por la construcción del nuevo downtown hacia que mis ojos y mi garganta pensaran que igual en Marte se estaba mejor que allí...porque ya mis ojos han notado muchas cosas ultimamente......
En Barnes & Noble, la melodía de "Angie" de los Rolling Stones se mezcla con el sonido de la gente hablando, sumado al de una par de laptops con programas distintos sonando al mismo tiempo. Por un instante la vida se me hizo una película, como uno de esos reality shows tan populares en los últimos tiempos. Dos ancianas conversan tomando té, siendo este uno de sus pocos hábitos en los últimos años de sus vidas. Las camareras se preguntan si la gente no tiene planes diferentes para los domingos en la mañana, porque ellas seguro si los tienen. La pareja de enamorados escucha la canción que ahora suena de Elton John, deseando saber si en verdad ellos son el uno para el otro. El último hombre de la fila observa disimuladamente las enormes tetas de la mujer que esta en su frente, recordando la última vez que pudo tocar unas como esas. En la otra mesa, una chica solitaria que espera entre sueños su principe azul lee fingidamente " How to overcome lonelinness" (Como superar la soledad), mientras unos pequeños traviezos corren a la sección de libros de ninos del lugar.
Mientras la fila sigue avanzando, llega ahora una madre hispana con su hijo a quien le pide que le traduzca para poder pedir un café. Los estudiantes siguen leyendo libros, mientras yo me sigo preguntando quien será el protagonista en este show.
Gente sale, gente entra, palabras, el sonido de los pasos, de la música...vidas diferentes que se encuentran con el propósito de hacerlas más plecenteras en compañía del aroma de un café. Esto me hizo cerrar los ojos mientras atinaba a pedir un capuccino a la camarera. Justo en ese momento se hizo el silencio, de repente me encontré en ese pequeño país de los pirineros que venden en la tele, estaba en un hermoso prado, solo se oía el rumor del agua de un río que pasaba por allí, seguí andando, disfrutando del silencio, hasta que al acercarme a un hermoso roble centenario, este abrió los ojos, y hablando con un bonito acento luso, me espetó a todo volumen: " sólo o con leche?".